Por qué la ley Basura Cero revolucionó nuestro sistema de gestión de residuos

El 24 de noviembre de 2005 la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires aprobó por unanimidad la Ley Nº 1.854 de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos conocida como “Basura Cero” por ser este el principio que la rige. Basura Cero llegó para cuestionar el paradigma vigente en el manejo de los residuos – el sistema de entierro masivo en rellenos sanitarios – y la concepción misma de aquello que consideramos basura -concebida de ahora en más como valiosos recursos -. El proceso iniciado en la ciudad hace 10 años se replicó luego en varias otras jurisdicciones, sale plasmándose en leyes y ordenanzas similares que priorizan el reciclado, la recuperación de residuos y la disminución progresiva como elementos clave.

La crisis de los rellenos sanitarios generada por la acumulación excesiva de residuos, los impactos ambientales y el rechazo creciente de la población, obligó a los centros urbanos a repensar el sistema de gestión vigente, altamente dependiente de los predios disponibles para verter la basura.

Si bien las normativas surgidas a partir de 2005 en diversos puntos del país en materia de gestión de residuos sufrieron de demoras en su puesta en marcha y en el cumplimiento de sus objetivos, hoy es mayoritarita la tendencia a incrementar los programas de reciclado y la necesidad de adoptar cronogramas previsibles de reducción de residuos. En la Ciudad de Buenos Aires podemos decir que hace 3 años se han registrado los primeros logros significativos en materia de reducción en el entierro mediante el reciclado, el compostaje y el tratamiento de diferentes fracciones de residuos. A la fecha, se ha logrado la reducción en más de un 50% de los residuos enviados a rellenos sanitarios en 2011, y si bien aún estamos lejos de las metas establecidas por la ley, el proceso ya está en marcha. Recordemos, además, que la disminución en el entierro de basura contribuye, a su vez, a disminuir los gases que provocan el calentamiento global, siendo el sector basura el cuarto en importancia en emisiones en nuestro país. La ciudad ha recibido un galardón internacional este año por esa disminución.

Buenos Aires es una de las ciudades del país que ha desafiado el paradigma del entierro y en ese camino avanza. No obstante faltan trechos largos aún para hacer posible el objetivo de Basura Cero. Ampliar y mejorar el sistema de recuperación y reciclado, generar políticas para mejorar en el diseño de los productos mediante la sanción de leyes que aún son muy resistidas -ley de envases y ley de residuos eléctricos y electrónicos-, incorporar el abono resultante del compostaje de residuos orgánicos como alternativa, involucrar más activamente a la población, entre otras muchas cosas. Podemos decir que hemos avanzado, pero el desafío sigue siendo enorme.

Fuente: La Nación
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