Informe: la necesaria descarbonización de América Latina

En el marco de la temprana entrada en vigor del Acuerdo de París, se presentó ayer en Buenos Aires (Argentina) el informe “Carbono Cero – América Latina” de ONU Ambiente, con el propósito de poner énfasis en el próximo, necesario y posible, camino a iniciar: la descarbonización de la economía en la región.

“La agenda ya no es el Acuerdo de París, sino cómo hacemos para cumplir sus objetivos”, aseguró Juan Carlos Villalonga, diputado por el PRO, en el evento de lanzamiento del Capítulo Argentino de Globe International, ayer en el Senado de la Nación en Buenos Aires (Argentina). Sus palabras lejos estaban de no celebrar el momentum de acción climática que se vive en el mundo entero con la temprana puesta en vigor del Acuerdo de París (fechadapara el próximo 4 de noviembre), sino que buscaban aprovechar justamente este contexto para traducir las palabras del documento en acciones concretas y reales. Así lo especificaba: “Tenemos que empezar a tener una curva descendente de emisiones para alcanzar lo propuesto”.

En este sentido, América Latina no se encuentra exenta de responsabilidad. Si bien sus emisiones totales (10%) lejos están de compararse con las de potencias históricas como Estados Unidos o China, los países de la región también emiten y contaminan. Las ya conocidas “responsabilidades compartidas y diferenciadas”, incluidas en el Acuerdo de París, marcan el necesario compromiso que todos los países, sin preferencias, deben asumir. ¿Pero cómo hacer para que los países latinoamericanos logren alcanzar aquellos compromisos que presentaron en este último tiempo para hacer frente al cambio climático? ¿Cómo realmente se empiezan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para lograr que la temperatura de la superficie del planeta Tierra no supere los 2°C, o cual mejor, el ansiado 1.5°C? Al momento, por cómo vienen las emisiones, sólo nos quedarían 20 años para que el calentamiento alcance esa cifra inicial.

Para responder a éstos y otros interrogantes, y bajo el lema “una vía para la descarbonización neta de la economía regional a mediados de siglo”, ONU Ambiente elaboró el informe “Carbono Cero – América Latina”. El resultado del análisis se publicó en abril de este año y, con un foco puesto en la mitigación por sobre la adaptación, evalúa las perspectivas de descarbonización neta en la región de América Latina y el Caribe. ¿Qué significa? Reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) e implementar la necesaria transición de un sistema de producción basado en combustibles fósiles a otro equilibrado en fuentes renovables.

Gustavo Mañez, coordinador de cambio climático de la organización para América Latina y el Caribe, destacó la importancia de “hacer sentir la acción frente al problema” y enfatizó en la relevancia que la región tiene para el mundo por ser la más urbanizada del planeta y aquella donde más se utiliza el transporte urbano. Ante este escenario, y como resultado del informe, el especialista enumeró cuatro acciones concretas que permitirían eliminar las emisiones netas de CO2 para el 2050 en la región.

  1. Descarbonización de la generación eléctrica. Las energías renovables ya han demostrado ser competitivas ante las tradicionales fuentes fósiles. Mañez ejemplificó con los casos de Uruguay y Brasil donde las subastas se han redireccionado hacia las energías eólica y solar; o el caso de Chile, donde hoy el precio de la electricidad es de los más bajos en su historia. Sin embargo, el camino no es tan sencillo, las principales barreras que hoy se encuentran para este propósito son los subsidios a los combustibles fósiles y el enfrentamiento con intereses comerciales ante una posible integración de la red y la generación distribuida.
  2. Electrificación del transporte. “No pensemos únicamente en los autos, sino a nivel también de los camiones de carga”, subrayó Mañez para referirse al segundo paso hacia una descarbonización: la transición hacia vehículos (de todo tamaño) eléctricos. El crecimiento del uso del transporte urbano en la región evidencia una tendencia ascendente de las emisiones procedentes del transporte en general. Pero su optimismo se concentra en un ya visible cambio de tendencias: “Los jóvenes ya están dejando de usar el auto privado para movilizarse en transporte público”.
  3. Transformación del uso de la tierra. Si hay algo en lo que América Latina es rica es en recursos naturales y las posibilidades que ofrecen sus tierras. Sin embargo, allí también se encuentra uno de sus principales problemas. Hoy la deforestación es la principal causa de emisiones de la región. Ante ello, se necesitaría un cambio en la forma de practicar las actividades productivas que permitan modificar esa fuente de carbono en un sumidero.
  4. Reducción de emisiones de la industria. Sin una inclusión del sector privado, el objetivo difícilmente se conseguiría. De allí la importancia de trabajar en conjunto con las industrias para que disminuyan su contribución al cambio climático, pero, conforme el informe, ponerlo en práctica de manera separada dada la heterogeneidad del sector.

Con un análisis detallado sobre cada uno de estos ejes, el informe busca demostrar si esta transformación es técnicamente posible y atractiva desde el punto de vista financiero. Cabe destacar que el estudio no incluye el caso de los combustibles fósiles no convencionales, contribuyentes también en emisiones e impacto negativo sobre el ambiente y la salud de las comunidades aledañas.

Las vías hacia una descarbonización de la región se muestran como el necesario (y hasta urgente) camino a seguir para reducir las emisiones, para en verdad garantizar un desarrollo sustentable de cada una de sus sociedades. Su implementación requiere de los múltiples actores intervinientes: desde las principales autoridades de gobierno, pasando por las empresas y organizaciones, hasta los ciudadanos. En ese recorrido, los legisladores cumplen también un rol ante los múltiples acuerdos que se firman alrededor del mundo: monitorear, reportar, verificar. De allí el rol de Globe International de realizar un análisis crítico de las leyes vigentes y vincular a los legisladores para trabajar en conjunto en estas temáticas.

12 Octubre 2016
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