Era imprescindible un cambio

Ya he expresado en varias ocasiones lo relevante que significa a mi juicio un cambio político como el que ya está ocurriendo en nuestro país.

La razonabilidad y la necesidad de tal cambio creo que está bastante bien reflejada en algunos documentos de Los Verdes así como en diversas notas personales que he hecho.

El profundo deterioro político que atraviesa la Argentina hace que valores que destaquen la convivencia democrática y el respeto por las instituciones de la República se hayan tornado esenciales de revivir y fortalecer. Es imprescindible que el ejercicio de la política se base en la realidad y en valores ciertos, que deje atrás los relatos ficticios y epopeyas teatrales que encubrieron un ejercicio del poder anacrónico y autoritario.

Muy difícil construir un país, consolidar la convivencia social y la tolerancia bajo las premisas políticas con que se ha ejercido el poder estos últimos 12 años. Los resultados están a la vista. En varios sentidos, debemos retomar la senda iniciada en 1983, con el retorno a la democracia. La historia, seguramente describirá este período como un trasnochado experimento populista. Pero un capítulo extenso e intenso que requerirá mucho tiempo de análisis para su cabal comprensión.

Ahora que el cambio se ha producido, fundamentalmente de la mano del triunfo de Cambiemos en Provincia de Buenos Aires y en las elecciones nacionales, espero comience otra etapa en nuestra reciente historia democrática. Una etapa que de ninguna manera significará per se la solución a los problemas que nos atraviesan. Aspiro a una etapa donde los problemas ya no se nos oculten y, entonces, podamos debatir sobre ellos.

Venimos de un período donde debatir de política tenía el serio obstáculo de la poca transparencia del poder y su casi nulo apego a la información, por la intoxicación de slogans que bloquearon la reflexión y por una ideologización torpe y, en algunos casos, fanatizada que estigmatizó la pluralidad y la confrontación natural de las ideas.

De allí venimos. Mi apuesta política era un cambio de contexto. También aspiro a que Cambiemos realice algunos cambios en los asuntos públicos trascendentes (salud, empleo, seguridad social, cultura, ambiente y desarrollo, etc.). Pero lo más importante ahora, en este fugaz instante de transición, es el cambio de contexto.

Los cambios trascendentes que debe emprender la Argentina, comienzan ahora y deben comenzar a ser debatidos desde ahora. Lo he dicho en varias ocasiones, mientras algunas condiciones “macro” no mejoren, toda discusión sobre la sustentabilidad queda postergada o fuera de contexto.

Las condiciones “macro” definen el contexto económico, institucional y las certezas políticas básicas -las reglas del juego- necesarias para que pueda realizarse cualquier iniciativa que atienda el largo plazo, algo imprescindible para pensar la sustentabilidad.

Hemos transcurrido los últimos años debatiendo poco sobre las sustentabilidad ambiental y sí mucho sobre los aspectos destructivos del modelo productivo vigente. Más aún, los logros legislativos recientes en la materia, quedaron a mitad de camino.

Ahora espero llegue ese momento donde tengamos un Estado, gobiernos y un clima social que permita a la Argentina insertarse en el gran debate de estos tiempos, entre otros, cómo construir una economía inclusiva y compatible con la sostenibilidad ambiental.

Argentina deberá emprender en los próximos años un enorme trabajo de reconstrucción y modernización en materia de infraestructura (energética, transporte, comunicacional) deberá insertarse nuevamente en el mundo para dialogar y trabajar dentro de la comunidad internacional para enfrentar los grandes dilemas contemporáneos (terrorismo, crisis climática, sistema financiero, acceso a los recursos naturales) y deberá motorizar inversiones a niveles apropiados con las necesidades que tienen millones de argentinos para vivir dignamente. Todo eso deberá ocurrir y para que eso ocurra, era necesario el cambio.

Emprender la tarea que describo tendrá sus riesgos y nada está garantizado. Ahora comienza el verdadero debate sobre cómo se debe hacer cada una de esas tareas pendientes ya mencionadas.

Ahora comienza el debate por la sustentabilidad ambiental, ahora podemos retomar una agenda que había quedado cada vez más rezagada en el debate político argentino.

Nada está solucionado, ahora empieza la búsqueda de las soluciones.

Hemos perdido un tiempo precioso, por eso era imprescindible cambiar.

Cali

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