El cambio de mando en el Gobierno argentino se trasladó también a la Cumbre del Clima de París (COP21). Hoy llegó Juan Carlos Villaronga, diputado de Cambiemos y ex directivo de Greenpeace, para encabezar a la nueva comitiva. Con la llegada de la delegación del flamante presidente Mauricio Macri, se espera un cambio de posicionamiento argentino en las últimas 24 horas de negociación.
Hasta ahora, Argentina tuvo una posición poco conciliadora en el proceso negociador. Se alineó con Venezuela o Arabia Saudí para discutir los objetivos de reducción de las emisiones de gases que calientan el planeta y la financiación de los mismos. Los representantes argentinos no tuvieron una actitud proactiva ante el nuevo acuerdo.
“El costo reputacional de la Argentina ha sido atroz. No contribuyó a la lucha contra el cambio climático” afirmó Mónica Araya, ex negociadora de Costa Rica y actual directora ejecutiva de Nivela. “El punto que preocupa es que la Argentina se está quedando atrás cuando podría estar adelante. Es un momento político para aprovechar, no para polarizar”, añadió.
Fernando ‘Pino’ Solanas, presidente de la Comisión de Medioambiente, reiteró las palabras de Araya: “La Argentina tiene un modelo arcaico de todo esto y un plan de acción climático que va a contramano”. Seguidamente, se mostró contundente con la actitud de la delegación argentina: “La Argentina siempre tuvo una posición abierta y de colaboración en las COP para que se llegue a acuerdos beneficiosos para la crisis climática mundial. En París está siendo obstruccionista y bloquea, junto con Venezuela y Arabia Saudita y el lobby petrolero, cualquier posibilidad de acuerdo. Macri debe replantear la posición argentina”
EL CAMBIO DE POSICIONAMIENTO
En medio de la incertidumbre generada por la posición argentina, el diputado nacional Juan Carlos Villalonga tomó esta mañana las riendas de la negociación y ya avisó de un cambio en el posicionamiento argentino. Este cambio se basa en 4 pilares: una revisión más ambiciosa de los compromisos de reducción de emisiones; el apoyo a fijar el límite de la temperatura global en 1,5 grados, y no en los 2 grados que se preveían; una reducción de las emisiones en energía y desforestación y una mayor apertura a tener relaciones “menos ideologizadas”, según la nueva delegación.
“NO SOMOS RELEVANTES”
Villalonga lamentó el poco peso de Argentina en la negociación: “Argentina no es determinante en las negociaciones. Podés acompañar algo, pero no somos relevantes”, dijo. “En los últimos años, el país estuvo siempre emparentándose a los países en vías de desarrollo, pero con una tendencia a no asumir responsabilidades. Y somos un país que por diversas razones tiene que tener responsabilidades intermedias”, añadió Villalonga. “Otros países de la región son más activos, a pesar de también ser países en vías de desarrollo. Aspiro a que Argentina tenga otra visión“, concluyó.
Pese a ello, Villalonga reconoció que “en 24 horas no se puede cambiar mucho”, pero que va a tratar de “ver los nudos que todavía se pueden desatar”.
Fuente: TN.com.ar
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