La iniciativa, que permite que las personas físicas y jurídicas produzcan su propia electricidad a partir de fuentes renovables, cambia el paradigma y la estructura de consumo energético en la Argentina. Qué dice la normativa.
Si todo sale como calculan desde el oficialismo, el 13 de septiembre podría obtener media sanción en Diputados un proyecto que cambiaría la lógica de producción y consumo de electricidad en la Argentina: se trata de una legislación que habilita a usuarios residenciales y del sector privado a producir su propia energía a partir de fuentes renovables.
El primer paso está dado, porque obtuvo dictamen en la comisión de Energía de la Cámara de Diputados el proyecto consensuado entre todos los frentes políticos. La iniciativa fue una combinación de normativas presentadas por los diputados Nicolás Tomassi (Bloque Justicialista), Juan Carlos Villalonga (Cambiemos), Luis María Bardeggia (PJ- FpV), Jorge Taboada (Chubut somos todos) y Gustavo Bevilacqua (UNA), entre otros. Ahora falta que pase por la comisión de Presupuesto, aunque Villalonga aseguró, en diálogo con Cronista.com, que las conversaciones ya estaban iniciadas con Luciano Laspina, presidente de ese grupo de trabajo legislativo, para que se firme el dictamen en la reunión convocada para el próximo 12 de septiembre.
La normativa (que puede consultarse completa al final de esta nota), contiene 41 artículos, a través de los cuales se fijan las políticas y se establecen “las condiciones jurídicas y contractuales para la generación de energía eléctrica de origen renovable por parte de usuarios de la red de distribución”. En criollo, permite que cualquier usuario produzca su propia electricidad a partir de cualquiera de las fuentes renovables, y en el caso de que genere más cantidad de energía de la que consume, le venda ese excedente a la distribuidora (Edenor y Edesur en el AMBA o Epec en Córdoba, por ejemplo).
Condiciones e incentivos
El proyecto también prevé que, a partir de la reglamentación de la ley (en el caso de que la apruebe también el Senado), cualquier proyecto de construcción de edificios públicos “deberá contemplar la utilización de algún sistema de generación distribuida proveniente de fuentes renovables”.
Las políticas de incentivos para que los usuarios efectivamente instalen equipamiento que permita producir electricidad serán implementadas a través del Fondo para la Generación Distribuida de Energías Renovables (FODIS), creado a través del artículo 16, al que el Tesoro Nacional le destinará en el primer año un monto de $500 millones de pesos. El FODIS podrá proveer fondos y otorgar facilidades a través de préstamos, bonificar o subsidiar la tasa de interés de créditos, otorgar incentivos a la inyección o bonificaciones a la adquisición de sistemas de generación, o incluso financiar la difusión, investigación y desarrollo relacionadas a las posibles aplicaciones de este tipo de tecnologías.
La industria nacional también fue incluida en la legislación, porque se contempló la creación de un régimen especial de fomento, que busca estimular las actividades de investigación, diseño, desarrollo, inversión en bienes de capital, producción, certificación y servicios de instalación para la generación distribuida.
“Este proyecto se acordó el año pasado, pero faltaba más involucramiento del Ministerio de Energía, que recién este año pudo abocarse ya que durante 2016 estuvo muy ocupado con el programa Renovar. Ahora incluso conseguimos un acuerdo con las distribuidoras y con las autoridades de las distintas provincias, que son fundamentales”, aseguró el diputado Villalonga en diálogo con Cronista.com.
Cambio de paradigma
Una nueva legislación que permita la producción de energía de manera descentralizada y a partir de fuentes renovables era uno de los pedidos más importantes del sector. Marcelo Álvarez, presidente de la Cámara Argentina de Energías Renovables, aseguró en una conversación con este diario que la autogeneración produce un cambio de paradigma en el consumo, ya que el usuario comienza a tener más conciencia e incluso puede generar ingresos a partir de la instalación de esa tecnología.
“Las energías renovables son un cambio de paradigma. No es solamente un cambio de tecnología, sino que también están asociadas al cambio de modelo de desarrollo y del modelo de consumo. Y, a partir del cambio del modelo de consumo, también el de producción de energía. Ese cambio de paradigma hace que el ciudadano no sea un sujeto pasivo que simplemente consume, sino que se convierte en un actor adentro de la cadena causal”, había indicado Álvarez.
“Las energías renovables no son solamente un cambio de tecnología, sino que también están asociadas al cambio de modelo de desarrollo y del modelo de consumo”.
El modelo más extendido para la autogeneración de electricidad es a partir de paneles solares o tecnología fotovoltaica. El nivel de potencia de generación depende no solamente de la tecnología que se instale sino también de los factores de capacidad de producción energética de la zona geográfica, que para solar en la Argentina son altos sobre todo en el norte del país y Cuyo.
01/09/17
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